sábado, 25 de abril de 2015

Pastor... con olor a oveja

IV Domingo de Pascua


La imagen del pastor, desde los principios, ha representado a Cristo y a los encargados de guiar al pueblo de Dios; obispos, presbíteros, maestros...

El buen Pastor lo hace todo por las ovejas, vive por las ovejas y si es necesario muere por ellas; las conduce, busca buenos pastos, limpias aguas, frescas dehesas. El buen pastor conoce a las ovejas, las llama por su nombre, está con ellas, vive con ellas, sufre con ellas y goza con ellas, tal es la simbiosis pastor-ovejas que el buen pastor "huele a oveja" como dice el Papa Francisco. Y ellas le reconocen y escuchan su voz y le siguen.

El que no es pastor, quien no se siente rebaño ni siente el rebaño como suyo, no encuentra la primacía del rebaño. Antepone sus ideas, sus intereses, sus necesidades sus bienes, su vida, su su sus... ya que el rebaño no es suyo. Y no suyo en posesivo, para llenarse los bolsillos sino suyo para, desde él, servir. "La autoridad está en servir" otra luminosa expresión del Papa Francisco.

Ser hoy buen pastor, o buen padre de familia, o buen hijo, o buen jefe, o buen empleado, o buen lo que sea supone comprometerse, corresponsabilizarse, encontrarse, compadecerse, hacerse con. Y otro guiño de la Pascua: con es siempre plural y comunitario.

Yo soy el Pastor... y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Tengo otras ovejas que no son de este redil, también a esas las tengo que traer. Es la esencia de la Pascua: Cristo murió y resucitó por todos -lo hemos dicho y repetido domingos atrás- por los que le conocen y siguen y por los que aún no. Toda la creación salvada y unificada en Cristo.

Cristo es el buen Pastor.

Cristo es la piedra angular, de cimiento, sobre la que se construye y mantiene firme la gran edificación del pueblo de Dios, rebaño completo y elegido.

Cristo es el Amor encarnado de Dios que haciéndose semejante a nosotros nos hace a su semejanza Hijos de Dios.

Fr. J.L.

Hechos de los Apóstoles 4, 8-12
Sal 117, 1.8-9.21-23.26.28-29 R/. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Primera carta del apóstol San Juan 3, 1-2.
Juan 10, 11-18

El Buen Pastor. B.E.Murillo (escuela española del Barroco. Hacia 1660)
Museo del Prado

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